Técnicas para mejorar la concentración mientras estudias

En la vida de todo estudiante, uno de los principales retos que se presentan es el de estudiar eficientemente y sin distracciones. Hoy en día, mantenerse concentrado al estudiar se ha vuelto una tarea casi imposible. Y la razón es sencilla: actualmente las distracciones están en cada esquina, e incluso en la palma de nuestra mano.

Afortunadamente, existen varias formas en que puedes mejorar la concentración mientras estudias. Y para ayudarte, en este artículo traemos para ti 7 de las técnicas más eficaces.

1. Apaga y guarda tu teléfono mientras estudias

Aunque los teléfonos inteligentes son una herramienta revolucionaria y útil, también son una gran fuente de distracción. De hecho, diversos estudios han mostrado que hoy en día las personas sienten una necesidad constante de revisar el teléfono móvil. Así que, al momento de estudiar lo mejor que puedes hacer es alejarte de tu smartphone. Verás que podrás concentrarte mucho más.

2. Haz anotaciones en papel

Las anotaciones son una herramienta muy valiosa a la hora de estudiar. Ellas no sólo permiten resumir el contenido, sino también nos ayudan a enfocarnos. Y es que mientras anotas estás poniendo a trabajar a tu cerebro, mejorando la memoria e incrementando el enfoque.

3. Define un horario de estudio

¿Alguna vez te ha pasado que mientras estudias tu cerebro comienza a recordarte todas las cosas que aún te quedan por hacer en el día? Pues bien, eso es consecuencia de una falta de planificación a la hora de estudiar.

No planificar un horario de estudio es un problema que te roba la concentración. Y es que, si no sabes cuándo comenzar y terminar de estudiar, tu cerebro divagará entre tantas tareas por cumplir. Pero con un horario de estudio estarás poniendo límite, diciendo “durante este tiempo estudiaré, y después haré de lo demás”.

4. Mantente hidratado mientras estudias

Diversos estudios han demostrado que mantenerte hidratado ayuda a mejorar la concentración y la memoria. ¿Pero por qué pasa esto? La respuesta es: nuestro cerebro es un 75% agua.

Así, necesitamos del agua para mantener nuestras funciones cognitivas en buen funcionamiento. Por eso, cuando vayas a estudiar, asegúrate de beber por lo menos 2 litros diarios de agua. Tu cerebro te lo agradecerá.

5. Haz pausas periódicas y ten intervalos de descanso

Al estudiar, es importante que recuerdes que no eres un robot, sino un ser humano. Por lo tanto, la fatiga y el cansancio mental son problemas a los que te vas a enfrentar. De hecho, se ha demostrado que luego de una hora de estudio es mucho más difícil mantener la concentración.

Por todo esto, es importante que tengas intervalos de descanso de por lo menos 15 minutos. Estos intervalos pueden ser cada 45 minutos, y en ellos podrías simplemente dar un pequeño paseo o recostarte en el sofá.

6. Estudia una asignatura a la vez

Es bastante común que muchos estudiantes quieran estudiar el contenido de más de una asignatura al mismo tiempo. Pero lo que no saben es que hacer esto disminuye drásticamente la capacidad para concentrarnos.

Cuando estudias más de una asignatura a la vez, tu cerebro divaga entre pensamientos y no logra concentrarse en ninguno. Por eso, es importante que a la hora de estudiar te enfoques en una sola asignatura por sesión de estudios. Y si quieres cambiar, puedes hacer primero una pausa de 40-60 minutos.

7. Usa resaltadores con colores

Una estrategia bastante eficaz para mejorar la concentración es aprovechar la memoria visual. Y aquí entra en juego el poder resaltar las frases o informaciones importantes del contenido que estás estudiando.

Cuando utilizas distintos colores para resaltar, tu cerebro será capaz de asociar los colores con la información contenida en ellos. Así, estarás aprovechando tu memoria visual para aumentar la concentración, a la vez que memorizas mejor el contenido.

Conclusión

Mantenerte concentrado mientras estudias es fundamental para memorizar el contenido y mejorar tu rendimiento académico. Pero vivimos en un mundo donde las distracciones son el pan de cada día, por lo que necesitas ser intencional.