¿Cómo ayudar a tus hijos con los deberes?

La implicación de los padres y las familias en la educación de sus hijos afecta directamente a su rendimiento y éxito escolar. Pese a haber muchos más factores influyentes, el interés que mostramos como padres en los estudios de nuestros hijos, es determinante. El fracaso escolar se puede prevenir desde casa y los padres tienen una labor importante para motivar a sus hijos a que estudien.

¿Pero qué incluye esta “participación activa” en el ámbito escolar? Asistir a las tutorías, hablar con los profesores, tener reuniones, preocuparse por darle todas las herramientas que le hagan falta, y ofrecer apoyo a la hora de hacer los deberes…

¿Y qué implica esto último?

Los deberes escolares son las tareas que asignan los profesores para hacer en casa. Al estar en el entorno familiar podemos pensar que es cuando más podemos aportar como padres. Pero, ¿hasta qué punto debemos involucrarnos en los deberes de los niños?

En este artículo te resolvemos todas las dudas sobre cómo debes ayudar a tu hijo con las tareas escolares.

Qué hacer para apoyar a tu hijo con las tareas escolares

Establece un lugar fijo para hacer deberes

Los deberes del colegio se suelen realizar fuera del horario escolar. Por una parte, para asentar y practicar los conocimientos adquiridos en clase, y por otra, para aprender a ser responsables con sus propias tareas.

Uno de los principales objetivos es que consigan crear un buen hábito de estudio que perdure en el tiempo así como rutinas. Y si hay algo que podemos establecer como rutina fija desde el principio es la ubicación de la casa 🏠 dedicada al estudio.

No importa si es el escritorio de su habitación, o un cuarto aparte. Lo importante es que sea un espacio exclusivo para ese uso y, por supuesto, un espacio libre de distracciones. Ni ruidos de televisión, ni juegos cerca, únicamente la tarea en cuestión y los utensilios que le hagan falta para realizarla. Si se acostumbra a hacerlo siempre en el mismo sitio, sin distracciones cerca y con todo lo que necesite en el mismo lugar, será más fácil que se concentre en sacar el rato de los deberes adelante.

Planifica horarios y descansos

El hábito de estudio también implica repetir el mismo horario para hacer los deberes. Para esto puedes comunicarte con tu hijo y establecer con él los tiempos que destinará a las tareas escolares del día a día. ⏲️ Tienes que hacerle ver que organizarse así, será la mejor manera de que no se le acumule todo y poder disfrutar también de los ratos libres.

Es importante que vea que es capaz de organizar su tiempo. Para ello, puedes empezar echando una mano para planificar el tiempo de los deberes y de los mismos descansos. Tener en cuenta también las actividades extraescolares, el horario escolar, la merienda después del colegio y los tiempos de ocio y tiempo totalmente libre, que es imprescindible.

Necesitan ser autónomos y responsables porque es la mejor manera de sentirse motivados con su aprendizaje.

Ayúdale con la organización y el plan de estudio

No siempre se tienen el mismo tipo de tareas ni el mismo volumen de trabajos o exámenes. Por eso es importante planificar previamente. Para ayudar a tu hijo a hacer los deberes puedes empezar repasando todo lo que tiene que hacer durante la semana y ver con él o ella cómo puede gestionar el tiempo.

Pregúntale qué es lo que le resulta más complicado y que le requerirá más esfuerzo y por el contrario cuáles son las tareas más sencillas. A partir de aquí, se trata de que él mismo reflexione cuál es su mejor método. ¿Sacarse de encima lo más difícil? cuándo aún hay más energía. Reflexiona junto a él tus propios métodos para que vea que es algo que los adultos también deben organizar.

Tener en cuenta los plazos de entrega y las fechas de entrega. Inculcarle la importancia de apuntar todo en la agenda escolar para ir adaptando la planificación del tiempo de los deberes a estos plazos. 🗓️

Muestra interés y comunícate

Para apoyar a tu hijo con los deberes también es necesario que te intereses por ellos. Pregúntale por lo que está dando en clase, qué es lo que más le interesa o lo que menos le gusta. Ofrécele tus conocimientos sobre cómo buscar más información cuando se quede estancado con algo. Si le motivas a que explore más allá de los materiales que le dan en clase, estarás contribuyendo a que sea más autodidacta. Con las tecnologías de la información, esto es más accesible.

Cuando son más pequeños, puedes sentarte con ellos para leer y repasar lo que han dado en clase durante un rato. Esto beneficia en el rendimiento del niño o niña porque ven el interés que muestras por lo que imparten en el colegio y porque empiezas a crear una rutina de estudio en casa.

También puedes ayudarle cuando tiene un examen si haces de “examinador”. Haciendo preguntas para que vaya respondiendo con lo que ha estudiado. Eso sí, todo desde un refuerzo positivo. No muestres desagrado si ves que se está equivocando. Esto solo le desmotivará, le frustrará ver que debe cumplir con unas expectativas que no está llegando y es entonces, cuando el estudio se convierte en un suplicio para él. El interés por parte de los padres en las tareas escolares en casa se deben centrar en la motivación. 💪

Implicación familiar en los deberes escolares

El apoyo que puedes darle a tu hijo con los deberes no debe confundirse con hacer los deberes con ellos o ayudar a realizarlos directamente. Es fácil llegar a confundir estos límites. Pero debes tener en cuenta que completar sus tareas, no favorecerá en nada sus resultados. La clave principal está en guiarlos, preguntarles por las clases e interesarse.

A pesar de esto, hay algunas variantes que se deben tener en cuenta para ayudar a hacer los deberes de los hijos:

• Normalmente, las técnicas de estudio no se trabajan en el colegio. Cómo hacer resúmenes, esquemas, mapas conceptuales o cómo estudiar para un examen. Puedes guiarle en este sentido si está muy perdido al principio.

• Quedarse encallado con un ejercicio en concreto es algo que pasa a todos los estudiantes. Deberán pedir ayuda siempre que lo necesiten y procurar no pasar un tiempo excesivo en el mismo apartado. Si no, el tiempo establecido para los deberes, se nos irá de las manos. La comunicación con los compañeros, tu apoyo para ayudar a entender el temario o incluso hablar con su tutor si ves que hay partes que se le resisten demasiado.

• Los padres no tienen por qué saber todo ni tener toda la formación necesaria para ayudarles adecuadamente. Tampoco tienen por qué tener todo el tiempo del mundo, sobre todo si los horarios laborales son hasta tarde.

• Suelen haber más dificultades en unas materias que en otras y esto afecta también al tiempo que se dedique a los deberes. Depende de cada alumno. Quizás para los deberes de matemáticas tiende a alargarse más de la cuenta y los ejercicios de lengua los hace con más soltura. Siempre puedes buscar un profesor particular que ayude a sacar adelante esas asignaturas más complicadas para tu hijo. Esto le dará fuerza y mantendrá su rendimiento, sin duda.

Por último, decirte que la relación con tu hijo no tiene por qué girar en torno a pelearse para que haga los deberes o se ponga a estudiar. No se trata de perder el poco tiempo de calidad que podáis tener en familia. Se trata de darle el apoyo que necesite, comunicarse con él e interesarse por su aprendizaje y todo desde una perspectiva motivacional.

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